La falta de límites en el seno del hogar es posible que presente efectos negativos para la formación de los hijos. Por eso, la psicóloga infantil María Luisa Ferrerós argumenta a los padres por qué en algunas ocasiones es correcto decir que no.
Lo que más le agrada al niño es disfrutar de todo el día y, en situaciones, no saben que asimismo deben cumplir con sus obligaciones, y es donde juega la tarea de los padres.
¿Cómo establecer límites a los niños?
Los padres deben aprender a tolerar en ocasiones algún llanto o que el niño exprese que no desea realizar algo, sin embargo cuando las circunstancias están bien para él, los padres deben de permanecer firmes debido a que eso es indispensable para la formación del niño. De esta manera, el niño sabe y comprende que los padres están procediendo de esa forma por su bien, por ese motivo jamás va a estar traumatizado. Cuando los padres impiden al niño bajar al parque porque debe cumplir primero con las tareas, el niño seguramente se enojará, pero en su interior sabe y entiende que es por su bien.
Un evidente ejemplo de que los niños terminan cediendo y comprendiendo las determinaciones de sus progenitores se encuentra en las relaciones sociales de los niños. Si no le dejan, por ejemplo, ir a la bolera, el niño cuando dialogue con sus amigos expresará que tampoco le interesa no poder asistir porque no le agrada demasiado. Esto significa que los niños asumen el criterio de los padres.
El temor a afectar a los niños
Una de las principales angustias de los padres es la de no ser lo suficientemente exigentes para no afectar al niño. Y esto no sucede así, debido a que los niños solo se ven afectados cuando alguien les produce algún daño real, ya sea físico o psicológico. Sin embargo cuando los padres le imponen un castigo formativo lo que hacen es limitar su comportamiento o prohibirles determinadas cosas por su bienestar, nunca llegará a traumatizarse un niño.
Finalmente se debe considerar que los niños no desean que se les compre todo y se les de todo. Lo que en realidad pretenden los niños es que les prestemos atención y que cuando exista una conducta que no deban hacer, que los padres no se las permitan. Porque en ocasiones ellos no poseen la determinación y se dejan llevar por sus amigos por temor a enfrentarse a ellos.
Es claro que a los padres les es difícil decir que no, pero es indispensable y debemos entender que brindándoles todo no se les hace ningún bien.