En el transcurso de los meses de verano los niños modifican sus rutinas y actividades normales, se bañan en piscinas, están expuestos mayor tiempo al aire libre, van a los campamentos, realizan deportes distintos a los habituales… las infecciones respiratorias no aparecen por la temperatura más elevada, sin embargo se incrementan otra clase de patologías o inconvenientes.
5 enfermedades frecuentes en los niños en verano
1. Gastroenteritis: Las infecciones intestinales que generan vómitos y diarrea, con o sin fiebre, por lo general son infecciones víricas o se producen por el consumo de agua contaminada o alimentos en mal estado. Es sencillo que las elevadas temperaturas de los microorganismos se multiplican y pueden generar estos trastornos. Lo más indispensable es una apropiada hidratación con un suero de rehidratación oral que se consigue en las farmacias.
2. Insolación: La insolación puede generar mareo, dolor de cabeza o dolor abdominal. Esta se previene evitando exponerse al sol en el transcurso de mucho tiempo, tomar líquidos, bañarse en agua fresca y usar prendas frescas y livianas, procurando evitar los tonos oscuros.
3. Quemaduras solares: Las quemaduras solares se impiden empleando un factor de protección alto (superior a 30) y evitando la exposición solar a las horas de mayor riesgo (de 11:00 de la mañana a 17:00 de la tarde). Es relevante aplicar el factor de protección solar cada 2 horas y en porciones apropiadas para una cobertura total de la superficie corporal expuesta al sol. Si la quemadura sobresaliente en situaciones exige la aplicación de una crema con corticoides.
4. Conjuntivitis: Son constantes además las conjuntivitis, debido a que en múltiples situaciones están generadas por el cloro o por infecciones que pueden contagiarse en el agua. En lo posible debe evitarse el exceso de sol con gafas solares con protección, preferible con cristales polarizados, y el exceso de cloro con gafas de buceo. Asimismo la arena de la playa puede generar erosiones corneales, por lo que no se deben frotar los ojos ante la sensación de que ha introducido la arena. Conviene lavar con suero fisiológico y si permanecen las señales asistir al pediatra.
5. Otitis: Las otitis externa por lo general se manifiesta después de bañarse en las piscinas. Es muy dolorosa, e incrementan las molestias al mover el pabellón auricular. Se puede presentar otorrea (secreción purulenta por el conducto auditivo). Para esto se aplican antibióticos y corticoides en modo de gotas. Está prohibido bañarse en los días siguientes.