Este es uno de los aspectos más importantes en un bebé. El sueño en un recién nacido resulta fundamental para su estabilidad y salud, así como para mantener su nivel de energías y atención.
Los recién nacidos duermen mucho, aproximadamente 16 o 17 horas al día, pero pocas veces lo hacen más de tres o cuatro horas seguidas, durante las primeras semanas de vida.
Esto significa también que los padres también tendrán un sueño muy irregular. Por eso es importante mantener la disposición necesaria para que el niño siempre se encuentre en buen estado. Esta es una etapa del sueño que dura poco tiempo, aunque no lo parezca a sus padres, pero es necesaria para el desarrollo cerebral del bebé.
Cómo evoluciona el sueño en un recién nacido
Entre la sexta y octava semanas siguientes, los bebés comienzan a dormir menos de día y más en la noche, sin embargo esto no es un patrón muy general entre los recién nacidos, así que es necesario que se les inculque unos buenos hábitos de sueño.
Para que el bebé mejore sus hábitos de sueño, es necesario que los padres reconozcan las señales del bebé que indican que está cansado. Se debe observar por ejemplo, cuando se frota los ojos, se jala las orejas o está irritable, entonces se debe llevar enseguida a la cuna. Aunque al principio puede parecer difícil, pronto se desarrolla la habilidad o intuición para detectar cuando tiene sueño.
También se le debe enseñar la diferencia entre el día y la noche, cuando esté alerta durante el día se debe jugar con él, mantener iluminada su habitación y la casa y no minimizar los sonidos regulares del día. Si quiere dormir mientras se le da el alimento, se debe despertar.
Por la noche, cuando despierte no se debe jugar con él, se debe mantener el ruido y la luz a niveles bajos y se le debe hablar poco (conoce un poco más sobre la comunicación con el bebé).
Estos son algunos consejos que se deben tener en cuenta a la hora de enseñarle al bebé a tener buenos hábitos de sueño. La mejor manera de enseñar un buen sueño en un recién nacido es con paciencia y mucha intuición.