Si está empezando a sentir que su bebé ha tenido un resfriado constante desde que ha llegado el invierno, la verdad es que usted no está sola. El niño promedio atrapa entre siete y 10 resfriados al año. Con la mayor parte concentrada en los meses de invierno, usted debe aprender a manejar esta situación y a tener un mayor control de los síntomas que pueda presentar su bebé.
Para nadie hay duda de que es horrible cuando su pequeño hijo está resoplando y hay poco que se pueda hacer al respecto. De hecho, casi el 50 % de los padres se preocupan mucho por la salud de sus hijos durante el invierno, y es por ello que su usted toma las medidas adecuadas con suficiente tiempo, puede hacer que manejar esto sea realmente algo que no va a generar ningún tipo de estrés.
Los padres pueden evitar la tensión y la preocupación de invierno aprendiendo cómo detectar los primeros signos de los resfriados, tales como un aumento de la temperatura, aumento en la velocidad de la respiración, irritabilidad, dolor de cabeza o de oído, secreciones amarillas o purulentas en los ojos y la nariz irritada.
Se recomienda el uso de un termómetro de oído infrarrojo, ya que es una forma fácil, precisa y no invasiva de tomar la temperatura de un niño de corta edad , incluso cuando están dormidos, lo que va a hacer las cosas más simples al revisar a su bebé.
Los primeros signos de que su niño puede estar sufriendo de un resfriado durante el invierno también incluyen un comportamiento que demuestra inquietud. Usted también puede encontrar que su hijo tiene un comportamiento mucho menos activo de lo normal.
Consejos para tratar los resfriados y la congestión nasal de invierno en los bebés
- Se enfría la habitación abriendo una ventana, bajar la calefacción o con tan solo poner un ventilador eléctrico en el dormitorio.
- Suministrar paracetamol o ibuprofeno para niños de acuerdo con las instrucciones del fabricante, pero antes que nada, usted debe consultar con su médico.
- Asegúrese de que su hijo beba mucho líquido.
- Confíe en sus instintos. Póngase en contacto con su médico de cabecera si está preocupado por la salud de su bebé, si la fiebre persiste durante más de dos días o si la temperatura del niño se eleva por encima de 40C.