Es época de Navidad, un tiempo muy especial, sobre todo, para los pequeños. Están las vacaciones, nos visitan Papá Noel y los Reyes Magos llenos de obsequios, y compartimos más tiempo con la familia. Aunque la virtud de compartir es algo que se debe practicar en el transcurso de todo el año, la Navidad representa una oportunidad perfecta para llevarlo a cabo.
Cuando los niños apenas están creciendo se les dificultad compartir, ellos atraviesan una etapa de egoísmo y se molestan demasiado cuanto otro niño, así se trate de su hermano o amigo, toma alguno de sus juguetes. Hasta los cuatro años, los niños no evolucionan en los conceptos mentales, esto significa que no están en capacidad de ponerse en el lugar del otro, por esta razón, ellos no comprenden cuando les decimos “debes compartir con los otros porque a ti también te gusta que te presten los juguetes”.
Pautas para enseñar a compartir a los niños
Cuando los niños están muy pequeños, es suficiente con decirles que dentro de la familia existe una norma, “compartir”, que al mismo tiempo coincidirá con las reglas escolares. Para explicarles a los niños debes hacerlo de forma sencilla y clara, “hay que compartir”, y en caso de que se resistan hacerlo, solo basta con no prestarle atención al niño. Le prestaremos atención al niño que comparte. No sirve de nada los diálogos o profundas conversaciones que ellos todavía no están en capacidad de comprender.
Si el niño es mayor, desde el momento que tiene 5 años, ya es posible entrar en detalles y explicar las situaciones a profundidad. A partir de esta edad, comienzan a ponerse en el lugar del otro y están en capacidad de comprender que deben renunciar a cosas porque de la misma forma a ellos les gusta que los otros compartan con ellos.
La Navidad es el mejor tiempo para compartir con los niños
Promover el valor de compartir es algo que debemos realizar diariamente en el año, no solo en Navidad. Sin embargo, es posible aprovechar este tiempo para realizar acciones más especiales, como brindar nuestra colaboración y regalar cosas a las personas que más necesitan de nuestra ayuda. En la gran mayoría de las ocasiones, en los propios ayuntamientos, en los barrios o en las iglesias se programan eventos para los niños que requiere que compartamos con otros, no solo los juguetes, sino a la vez tiempo. De esta forma es posible acompañarlos a cantar villancicos en hogares de ancianos, jugar con otros niños, compartir instantes, los juguetes y libros académicos con los otros, como una experiencia de vida que es necesario estimular en los niños en el transcurso de todo el año.