A pesar de que a la gran mayoría de las familias les vaya mal en el área de la acomodación del sueño de los niños, la verdad es que en España, dos veces al año, se modifica el horario para sacar provecho de la energía solar lo máximo que se pueda.
En otoño, se retrasa una hora, con lo que los menores tienen la posibilidad de prolongar por más horas el sueño. En primavera, se acostumbra adelantar una hora, con lo que los niños disponen de menos tiempo para dormir. Los pediatras recomiendan llevar cabo una preparación para los niños antes de que se genere el cambio de hora. ¿Cómo se debe efectuar esta preparación?, a continuación te decimos cómo hacerlo.
El cambio de hora en los niños
La Asociación Española de Pediatría (AEP) recomienda preparar a los menores unos días previos de generarse el cambio de hora para que se puedan ir acomodando paso a paso al nuevo horario. El cambio de hora por lo general afecta particularmente a los niños que presentan dificultades para dormir, lo que influye de manera negativa en su concentración y en el estado de ánimo, lo que da paso para que manifiesten irritación, enfado y cansancio.
Por lo regular, los síntomas frente al cambio de hora oscilan de acuerdo al temperamento y el modo de ser de los niños, lo que representa que puede perjudicar más a unos que a otros. Es peor en las situaciones de tener que avanzar la hora, debido a que los niños poseen una hora menos para descansar. Para los menores que presentan mayores problemas para acomodarse a los cambios, los médicos indican algunas sugerencias:
1. Realizar un adelanto de 15 minutos al momento de comer y de ir a la cama.
2. Llevar a cabo el cierre de ventanas una hora antes.
3. Servir una cena o comida muy liviana para los niños.
4. Eliminar de la dieta, las bebidas gaseosas y que posean cafeína.
5. No permitir las siestas extensas.
6. Evitar hacer actividades físicas o intelectuales que activen el organismo en las horas previas a dormir.
7. Impedir que los niños establezcan contacto con equipos electrónicos antes de acostarse.