En algunas ocasiones los adultos etiquetan a los niños sin siquiera percibirlo, sin embargo los efectos y los riesgos de señalar con adjetivos despectivos a los menores son verdaderamente delicados para su personalidad y crecimiento (y obviamente, para su autoestima).
¿En qué consisten las etiquetas que señalan a los niños?
Las etiquetas o adjetivos despectivos son con seguridad una falta de respeto hacia los menores, que aunque en ese instante no deseemos agredirlos lo estamos haciendo, y en gran medida. Las etiquetas tratan de denominar o de nombrar a los niños según un comportamiento que estimamos desagradable o inapropiado como por ejemplo, ‘eres un pesado’, ‘eres un torpe’, ‘eres un quejica’ entre otros.
Los adjetivos despectivos no lograrán que los niños transformen su conducta y lo peor es que esto influirá para que ellos se sientan coartados y asimismo, subestimados. Es una manera de clasificar a los menores y es que desafortunadamente terminan pensando que en efecto ‘son pesados’, ‘torpes’, ‘llorones’ y aquello que se había designado sencillamente se convierte en verdad, no obstante porque los mismos padres o adultos se encargaron de provocarlo etiquetándolo de ese modo que aunque inconsciente les trasmite el mensaje de que jamás estarán en capacidad de transformarse en algo mejor.
Consejos para mejorar la personalidad del niño
Por supuesto que es posible contribuir en el mejoramiento de la personalidad del niño, sin embargo estos adjetivos despectivos deberán olvidarse del vocabulario de los adultos para que respeten a los menores y así impedir que estos se sientan subestimados e incluso evitar que desarrollen complejos.
Se puede comenzar por ayudar a potenciar las características positivas en vez de realizarlo con las negativas, de esta forma será posible la elaboración de una imagen excelente y apropiada de ellos mismos. De igual forma, si se les felicita cuando efectúan alguna acción positiva en vez de hacerlo cuando llevan a cabo algo negativo, se estará afianzando de forma positiva el comportamiento apropiado y representará un estímulo para volverlo hacer en el futuro. De esta forma, el niño sentirá la seguridad, la ayuda, la motivación y el afecto, condiciones indispensables para su correcto desarrollo integral.
No olvides que tu criterio como madre o padre representará una gran marca en su personalidad, y felicitarlo delante de los otros además es una gran manera de fortalecer los buenos comportamientos. Aunque debes recordar que si deseas potenciar las buenas actitudes en tu hijo, lo primero que deberás hacer es con seguridad, brindarles ejemplo.