El estado de salud de los niños es lo que más angustia a los padres. En algunas ocasiones por exceso y otras veces por defecto, jamás se sabe con certeza si se está pasando por alto algún inconveniente relevante o si la preocupación no vale la pena. En la situación de la salud infantil, es mejor asegurarse cuanto antes.
La fotofobia es una de esas dificultades infantiles que desconocemos. Cuando al niño le desagrada la luz solar, ¿es algo común o es necesario asistir al médico? Lo mejor es visitar al médico lo antes posible y estar muy atentos a todas esas circunstancias que generan la fotofobia.
Efectos de la fotofobia en los niños
La gran mayoría de los niños sufren en alguna ocasión en la infancia de la fotofobia. No consiste en una molestia grave, sin embargo es conveniente realizar un tratamiento cuanto antes para evitar lesiones oculares en los niños o migrañas. La fotofobia consiste en una elevada sensibilidad a la luz, ya sea solar o artificial y puede llegar a generar visión borrosa además de una gran incomodidad.
Al tratarse de niños, es importante prestar atención si observamos que los menores cierran demasiado los ojos cuando están en la calle, si les afecta la luz artificial muy intensa o si cuando se encuentran en el parque se llevan la manos para cubrir los ojos o la cabeza tratando de aliviar la incomodidad de la fotofobia.
Frente a estas situaciones es indispensable visitar al pediatra para que detecte cualquier dificultad de salud. La fotofobia probablemente sea el síntoma de algunas patologías oculares como la miopía, el astigmatismo o el denominado ‘ojo vago’, por esto la revisión oftalmológica de los niños es necesaria.
Tratamiento de la fotofobia en los niños
Una vez que se ha descartado la fotofobia como síntoma de alguna enfermedad, lo único que es posible realizar por los menores es disminuir los efectos molestos. Una solución puede ser usar una gorra o visera que evite que los rayos solares lleguen de forma directa a los ojos, es una buena estrategia para los casos más sutiles de fotofobia, no obstante muchos niños requerirán de unas gafas de sol.
Es importante tener en cuenta que conviene proteger la visión de los niños, para esto se requieren de unas gafas de sol homologadas, elaboradas con materiales que ofrecen durabilidad como el policarbonato para que soporten sin dañarse y sin riesgo para las actividades físicas de los más pequeños.
Lo indispensable de unas gafas de sol infantiles es que los cristales brinden protección ante la presencia de los rayos ultravioleta, cuidando de esta forma la visión de los niños. Lo más normal es que la fotofobia en niños vaya desapareciendo por sí sola y no deje secuelas, sin embargo se deben conservar las revisiones médicas, en especial en los niños de ojos claros.