Los bebés nacen con reflejos naturales que les ayudan durante los primeros meses de vida. Es por esto que la leche materna o de fórmula es todo lo que se necesita para proporcionarles una nutrición adecuada. Antes de los cuatro meses de edad, los bebés no pueden controlar sus reflejos lo suficientemente bien como para comer alimentos sólidos. Pasado este tiempo, la mayoría de los bebés serán capaces de controlar sus reflejos de manera suficiente como para poder comer sólidos.
Los alimentos sólidos, como cereales para lactantes y alimentos para bebés, son los primeros alimentos reales que un bebé comerá. La mayoría de los expertos recomiendan comenzar este tipo de alimentos cuando el bebé es capaz de controlar adecuadamente sus movimientos de la cabeza y los reflejos de la lengua. Aunque este hito del desarrollo se producirá en diferentes momentos para diferentes niños, por lo general se produce entre los cuatro y seis meses de edad. Los primeros alimentos sólidos introducidos en los bebés deben ser de fácil digestión, como el cereal de arroz, y la consistencia debe ser lo suficientemente delgada como para que el bebé pueda tragar fácilmente.
Cuando los padres comienzan demasiado pronto a proporcionar alimentos sólidos, puede dar lugar a alergias a los alimentos. Los expertos en nutrición y pediatras suelen recomendar elegir frutas y verduras simples como primeros alimentos del bebé. Algunas buenas opciones son:
- Las zanahorias
- Guisantes
- Puré de manzanas
- Peras
- Bananas
Los padres deben tener en cuenta que los bebés, naturalmente, tienen una preferencia por los alimentos dulces, y la introducción de verduras antes de las frutas no va a cambiar esta preferencia. Tenga en cuenta que en este punto es más importante que les proporcione una dieta nutritiva y equilibrada.
Cuando los bebés están listos para comer alimentos sólidos, los padres deben introducir cada alimento nuevo de forma individual y esperar por lo menos tres días antes de la introducción de uno nueva. Esto da tiempo para identificar cualquier reacción alérgica a un alimento en particular.
Si los hábitos de deposición del bebé cambian drásticamente o se presenta algún sarpullido después de la introducción de un nuevo alimento, éste debe ser eliminado inmediatamente de la dieta, y los padres del bebé deben hablar acerca del tema con el pediatra.