Por lo general la mayoría de los padres manifiestan una gran inseguridad frente a la educación de sus hijos. ¿Cómo podemos identificar que la formación que reciben nuestros hijos es la más adecuada?, en la interacción diaria entre padres e hijos se presentan algunos errores que pueden causar que los niños no estén bien preparados para afrontar los retos que la vida les impone con éxito.
A continuación presentaremos cinco de los errores más frecuentes en que caen los padres en la formación de sus hijos y que influyen de manera negativa sobre el espíritu emprendedor de los mismos.
1. No reconocer las cualidades de sus hijos: Uno de los mayores errores de los padres es pretender que sus hijos se acomoden al prototipo o modelo del estudiante estrella de las instituciones de educación. Piensan que sus hijos, al rendir con excelentes calificaciones en la escuela, ya tienen garantizado el éxito para el futuro.
2. No tener respeto por la individualidad de sus hijos: Cada menor es distinto y único. Además de poseer talentos y capacidades diversas, cada individuo manifiesta una vocación diferente. Todo padre debe facilitar a sus hijos el encuentro con su vocación o propósito, aunque no esté de acuerdo con los planes que ellos tenían en mente para sus hijos.
3. Realizar todo por ellos: La gran mayoría de los padres cometen la equivocación de no delegarles las suficientes tareas o compromisos a sus hijos. Deciden realizar todo por ellos y no sacan el tiempo para disciplinar a sus hijos en las labores de la vida cotidiana. La consecuencia es que los hijos se sienten inútiles para afrontar los desafíos de la vida diaria, debido a que recibieron un entrenamiento para depender de los demás. Al delegarles funciones fortaleces su autoestima porque ellos perciben que usted confía en ellos.
4. Evitar que cometan errores: Los padres aunque con buenos propósitos, intentan proteger a sus hijos de elegir decisiones equivocadas, optan por intervenir ante sus elecciones antes de verlos padecer las efectos de una mala determinación. Usted debe permitir que se equivoquen y sufran las consecuencias de sus actos, para que aprendan y se atrevan a correr riesgos en la vida.
5. No promover la pasión por aprender: Los padres y los maestros consideran que la educación debe ser impuesta y forzada, porque solo de ese modo, si se ejerce presión sobre él, aprenderá. Es mejor brindarles la libertad y permitirles seleccionar el tema de estudio que esté relacionado con sus intereses o preferencias, solo así es más seguro que un niño disfrute del proceso de aprendizaje.