Los especialistas en el tema dicen que los niños, aprenden a elaborar los duelos por un ser querido sin mayor dificultad. Estos hallan la manera de superar el dolor o de vivir con él. No obstante, existen determinadas situaciones en las que esto no sucede así, algunos hechos pueden hacer que el dolor y la no superación de la ausencia del ser querido influya en el crecimiento normal del menor.
¿Qué factores señalan que el niño no ha superado un duelo?
Existen algunos eventos o hechos que pueden llegar a alertar a los padres sobre la pista de que su hijo está atravesando por un duelo difícil y son los siguientes:
– Bebés: no conservan el contacto visual con la persona que los cuida y dejan de emitir señales para atraer la atención o establecer comunicación.
– Niños de 2 a 6 años: manifiestan desinterés por lo que sucede en su entorno, revelan una mirada perdida y con pocos deseos de jugar. Enseñan una aptitud apática y carente de energía. En algunas oportunidades pierden el control de los esfínteres.
– Niños de 6 a 10 años: los niños enseñan actitudes y comportamientos que son característicos de niños más pequeños, como pataletas o enuresis, entre otros.
– Preadolescentes: manifiestan una conducta extremadamente madura para su edad y proceden de manera protectora con sus familiares.
Consejos para ayudar a un niño a superar un duelo
– Algunas veces es indispensable acudir a la ayuda de un psicólogo para que valoré al niño y analice si es indispensable trabajar con él para ayudarle a superar la muerte de un ser querido.
– Es esencial formar a los niños para que expresen sus emociones, estimular su inteligencia emocional para que aprendan a controlar sus sentimientos.
– Dialogar y explicar las sensaciones que genera la pérdida de un ser querido para que entiendan por el proceso que están atravesando.
– Darles tiempo, el duelo es un proceso que exige de tiempo para comprender la partida de un ser querido.