La gran mayoría de los niños en etapa escolar por lo general pelean por los juguetes o por cualquier hecho. En algunas situaciones, los niños reciben un premio inesperadamente por su conducta agresiva. Por ejemplo, es posible que un niño tire a otro niño al piso o le arrebate su juguete. Si el otro niño entra en llanto y se distancia, el niño agresivo siente que triunfó porque obtuvo el juguete o simplemente lo que deseaba.
Es relevante reconocer si este comportamiento ocurre con frecuencia, ya que puede tratarse de un niño que presenta dificultades para controlar sus emociones, lo que lo convierte en un niño agresivo. Cuando las discusiones son constantes, esto es un evidente signo de que el menor posee otros problemas.
Características de los niños agresivos
Un niño con comportamientos agresivos es posible que manifieste serios inconvenientes para ejercer un control sobre sus emociones, el ser testigo de actos violentos o haber sido víctima de abuso en el colegio o en la casa.
Los estudios han comprobado que los niños que desarrollan comportamientos agresivos desde temprana edad tienden a seguir dicha conducta cuando son adultos. Las investigaciones asimismo han evidenciado que los niños que experimentan situaciones violentas y agresivas de forma repetida por medio de la televisión, los videos y las películas, se comportan de modo agresivo.
Si el niño insiste en actuar de manera violenta y manifestar una conducta agresiva, los padres deben recurrir a un apoyo profesional de un psiquiatra o psicólogo de niños y adolescentes que se concentre en el análisis de las dificultades comportamentales en los niños.
¿Qué medidas deben tomar los padres?
Tanto los padres como los educadores poseen la labor de ejercer control e intervenir en las discusiones de los niños. Para esto, es indispensable que estimen algunas medidas:
1. La participación a tiempo es mucho más eficaz. No se debe esperar a que el niño comience a revelar una conducta más agresiva. Se debe intervenir tan pronto se perciba que el niño se siente molesto o irritable.
2. Cuando los niños presentan peleas con frecuencia, es bueno supervisarlos de cerca.
3. En caso de que un niño comience a golpear a otro, es importante separarlos de forma inmediata. Después intentar atender y brindar consuelo al niño que ha sufrido los golpes.
4. Al bebé que empieza a dar sus primeros pasos (de 1 a 2 años) exprésele: «No se pega. Duele y haces daño cuando pegas».