La gran mayoría de las veces pensamos que un niño sabe leer porque pronuncia una oración escrita. A partir de los siete años comienza a emplear un código, pero le tomará cierto tiempo reconocer si lo domina correctamente. Saber leer significa apropiarse del texto: seleccionar la lectura, leer ágilmente, estar en capacidad de valerse del texto para algo, referirse al mensaje, completarlo y ampliarlo con otras lecturas.
A continuación presentamos algunas claves para motivar la lectura en los niños:
1. Un niño de siete años no comprende cualquier libro. Si no entiende lo que lee, no desarrollará una verdadera habilidad de lector.
2. El lector que apenas comienza requiere de un texto a la medida de sus destrezas que vaya de acuerdo a su sensibilidad y donde se tenga presente el ritmo de su proceso en particular.
3. La lectura debe ser un placer, una maravillosa experiencia y entrenamiento para comprender y valorar los libros de texto. La literatura lleva al lector a otras actividades y otras lecturas.
4. Permitir que el niño seleccione las lecturas. Si no culmina una narración, tal vez no se trate de pereza o falta de perseverancia, simplemente se equivocó en la elección. Sin embargo ya dispondrá de otras oportunidades para encontrar temas de sus interés en el colegio y en el hogar.
5. Para orientar a un lector que comienza, es necesario conocer sus gustos para sugerirle historias que incluyan animales, brujas, la prehistoria entre otro tipo de propuestas que ofrezcan gran variedad. Cuando a un niño le llama la atención algún tema, él decidirá por su propia cuenta detenerse para entender el texto con ayuda de las imágenes.
6. Al comienzo se recomienda continuar leyéndole al niño los textos, porque la lectura en ocasiones resulta compleja y lenta y esto puede terminar interrumpiendo la comunicación.
7. Se debe establecer diferencias entre la lectura académica, que son ejercicios progresivos a la lectura-placer. En la lectura-placer se puede interpretar mal el significado, como se trata de una lectura libre y voluntaria no es de gran importancia, el pequeño con el paso del tiempo lo corregirá.
8. Establecer un espacio periódico y puntual con la lectura-placer
9. Ofrecer diferentes alternativas que incluyan libros, revistas y cómics. La calidad que proporciona cada tipo de texto es muy importante.