Una de las expresiones más llamativas en el desarrollo emocional de los niños de 1 a 2 años, es la búsqueda de la independencia. Durante esta etapa, los niños desean mostrar que son capaces de valerse por sí mismos y realizar actividades solos.
Para los pequeños, reconocerse independientes es muy importante porque les brinda seguridad en sí mismos. Propiciar la independencia de los niños es recomendable porque, de esa forma, les ayudamos a enfrentar las posibles trasformaciones en las costumbres durante la infancia, por ejemplo: la llegada de un nuevo hermano, cambio de habitación, traslado de vivienda o escuela, ascenso a un nuevo curso etc.
Por otro lado, al sentirse más seguros de sí mismos se convierten en niños más aptos para el aprendizaje y les proporciona una base de estabilidad que les será de gran ayuda en el transcurso de su vida.
La búsqueda de la independencia es una de las competencias que los niños de 1 a 2 años demuestran poco a poco durante su proceso de crecimiento, algunos de forma espontánea son más independientes o más retraídos; en eso influye mucho el entorno o el tipo de educación, entre otros factores personales y ambientales, de todo eso dependerá que el niño alcance un cierto grado de autonomía.
Recomendaciones para incentivar la independencia de los niños
1. Brindar un nombre a los deseos y las emociones de los niños
Al proporcionar un nombre a los deseos y emociones del niño, contribuimos a que ellos logren una comprensión sobre sí mismos al mismo tiempo que adquieren los medios para expresarse. Por ejemplo, cuando un niño manifiesta una rabieta, en vez de consolarle o regañarle, debemos beneficiar su futura autonomía preguntándole si siente rabia, miedo o celos.
2. Ofrecer respuestas claras a los niños
Por lo regular los niños trasmiten una mirada para conocer si algo que han hecho o piensan hacer está bien o mal. Proporcionar una respuesta clara, para estimularlo o por el contrario para reprobarlo favorece la independencia del niño, porque le ayuda a comprender los límites. Por ejemplo, si el pequeño lanza un objeto al suelo y nos dirige una mirada interrogante, debemos responderle expresando que eso no está bien y que debe recoger lo que ha tirado.
3. Alentar y estimular a los niños
Animar a los niños cuando planeen ejecutar alguna tarea, a parte de cuales sean los resultados, aumenta y genera seguridad en ellos mismos.
4. Permitir a los niños tomar decisiones
Dejar que los niños elijan por sí mismos en algunos aspectos de su rutina beneficia en gran medida su independencia. Sin embargo con relación a esto, es primordial establecer límites claros.
5. Negociar con los niños
Plantear las reglas del juego para que los menores identifiquen cuando se les va responder con un «no», eso les ayuda a madurar, a controlar sus impulsos y como consecuencia a ser más autónomos.