¿Cómo fomentar el sueno saludable durante la infancia?

¿Cómo fomentar el sueño saludable durante la infancia?

Para que los niños despierten tranquilos, con deseos de realizar tareas, de aprender, de jugar y de desayunar temprano…requieren dormir un buen número de horas en el transcurso de la noche y hacerlo de forma seguida. Ese despertar alegre, lleno de satisfacción y abundante de energía es muy propio de los niños pequeños.

¿Cómo debe ser la rutina de sueño en los niños?

Se sabe que el agotamiento, la apatía, el mal genio o las rabietas de los menores en edad preescolar proviene en muchas ocasiones de estados en el que el niño posee hambre, se siente mal o tiene sueño. Por lo general, el niño se siente agotado al finalizar el día, sin embargo será muy complicado que exprese: ‘mamá, acuéstame’. Normalmente, soportará el sueño dándose cabezazos contra los muebles o optará por manifestar el terrible mal genio que posiblemente colmará la paciencia de los padres. Por esta razón, se debe identificar los síntomas del agotamiento y confirmar que el sueño en la noche dure entre unas once o trece horas diarias.

A continuación te presentamos algunas recomendaciones tomadas del libro ‘Monstruos supersanos’ de Valentín Fuster para desarrollar hábitos de sueño saludables y que el instante de irse a la cama sea una oportunidad placentera y constituya parte esencial en la rutina del menor:

– Seguir la rutina de determinadas acciones de forma constante para que sean previsibles para el menor: bañarse, usar la pijama y zapatillas, cepillarse los dientes, ir al baño antes de acostarse, realizar la lectura de un cuento… brindarán al niño la sensación de confort y seguridad.

– La voz de los padres es un buen instrumento para preparar a los niños a conciliar el sueño: una canción, una oración, una narración repetida diariamente puede generar un efecto tranquilizante.

– A los pequeños les fascina que un adulto les narre un cuento en voz alta. Adicionalmente de relajarlos y sentirse acompañados, refuerza el placer por los libros y la lectura.

– La gran mayoría de los padres deberían destinar algo de tiempo a conversar con sus hijos antes de ir a la cama. El día del niño está repleto de nuevas vivencias que estará deseoso por compartir aunque, de acuerdo a la edad, es prudente preguntarle.

– En el instante de ir a la cama deben impedirse toda clase de entretenimientos en el cuarto: el ruido y la luz interrumpen el sueño. Para los niños a los que no les agrade la oscuridad completa es posible dejarles prendida una luz nocturna suave.

– La cama debe ser agradable, las cobijas no deben ser pesadas y las sábanas no deben estar excesivamente ajustadas. Por último da un beso de las buenas noches y deséales felices sueños a tus hijos.

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