La compasión es una virtud que nos convierte en personas sensibles y más humanas ante los problemas o inconvenientes que presentan los otros. Es sentirnos conmovidos frente a los males y dramas de otros individuos. Es indispensable educar a los menores para que sean compasivos ante las enfermedades, las atribulaciones, los sucesos negativos y las difíciles circunstancias por las que atraviesan los demás.
Claves para educar a los niños en la compasión
Tanto los padres como los maestros son los encargados de conducir a los niños para que aprendan a ser compasivos. Sigue las próximas recomendaciones para formarlos en la compasión:
1. Los relatos o narraciones son un excelente camino para generar en ellos sentimientos compasivos. Algunos ejemplos de cuentos son “Un conejo en la vía”, con los que es posible que comiencen los padres y maestros.
2. Los padres deben inculcar valores como la compasión, siendo ellos el primer ejemplo o modelo a seguir, demostrando compasión cuando realizan la visita o acompañan algún vecino o amigo enfermo, o a los abuelos.
3. Los profesores además deben formar en la compasión con el ejemplo, demostrando acciones compasivas con los alumnos que poseen dificultades para aprender.
4. Es fundamental dialogar con los niños sobre el sentimiento de la compasión, sobre lo relevante que es ofrecer nuestra ayuda a otras personas que poseen alguna discapacidad o problema. Que no es suficiente con sentirse triste o afligido, que es necesario brindar ayuda y auxilio.
5. Además es indispensable orientar a los niños para que sientan compasión por los que solicitan limosnas en las calles, por los que no poseen nada para comer, por los animales que están abandonados y vulnerables y tratar de colaborarles de alguna manera.
6. Se aconseja trabajar en la compasión a través de actividades infantiles como los dibujos o las ilustraciones para pintar. Al jugar a la vez sea aprende. Colorear dibujos que expresen sentimientos y comportamientos compasivos, puede servir para que los niños adquieran este valor.
7. En los juegos, los menores al mismo tiempo pueden generar sentimientos de compasión hacia la pérdida o la frustración sentida por los que no ganaron la competencia, como a la vez hacia los que se cayeron o los que no lograron llegar o algún inconveniente para participar.
Siguiendo estas claves con seguridad tus hijos aprenderán e irán adquiriendo el valor de la compasión hacia los demás seres humanos que se encuentran desprotegidos o en situación de vulnerabilidad. La compasión es una virtud que nos convierte a todos en mejores personas, serviciales y útiles para la sociedad.