La puntualidad es una cualidad que es necesario trabajar en los niños desde que se encuentran muy pequeños. Cuando estos son más pequeños tendemos a pensar que las cosas de ellos requieren su tiempo y que cinco minutos más o menos no afectan en nada, pero los seres humanos somos de hábitos y con el tiempo, lo que en un comienzo eran cinco minutos de retraso, más adelante terminan siendo vente, y eso en un futuro no es una actitud que les vaya a favorecer cuando por ejemplo busquen un trabajo o deseen permanecer en el que logren conseguir. Nadie contratará a alguien que se presenta a una entrevista de trabajo 20 minutos tarde, ó 5 minutos a diario.
Uno de los principios para la puntualidad se basa en que todo instante o circunstancia de la vida, ya sea una reunión formal, una cita con amigos, o con el odontólogo, es de gran relevancia y exige nuestro interés y, por esta razón, nuestra responsabilidad desde el minuto uno con ese hecho.
Aunque toda ocasión es relevante, no todas poseen igual importancia y además es indispensable formar a los niños para que sepan destinar su tiempo en cada tarea que les toca asumir, con seguridad para ellos es indispensable jugar a la consola, sin embargo la consola estará ahí al otro día y llegar puntual a una evaluación y con la lección aprendida no es una obligación que se pueda postergar.
La puntualidad en los niños requiere de paciencia
Los niños son muy distraídos y cuando se dedican a jugar o disfrutar de una película no se acuerdan de nada, un factor que complica la adquisición de un valor tan importante como la puntualidad, no obstante no es algo único de los menores, a quien alguna vez no se le ha ido el tiempo dialogando con una amiga, u observando la serie preferida. Por este motivo no se debe ser demasiado exigente con ellos si en un principio no son puntuales ya que a todos nos suele ocurrir. Con un breve diálogo y entendimiento por parte de los padres y con establecer una promesa de que no volverá a suceder por parte de los hijos, con seguridad que poco a poco se transformará en un niño más responsable y puntual.
Es posible que aunque los padres insistan a sus hijos en el ejercicio de la puntualidad, son ellos quienes finalmente deben poner de su propia determinación y esfuerzo para conseguirlo, de lo contrario las recomendaciones no servirán de nada. Si la impuntualidad se presenta con frecuencia se debe identificar cuál es la dificultad, si es por pereza, falta de compromiso, desorden e intentar remediarlo. La propuesta puede ser levantarse más temprano, acostarse a buen tiempo y disminuir las actividades que lo distraen en el transcurso del día.