Los niños que asisten a la guardería poseen el doble de probabilidades de adquirir infecciones que aquellos pequeños que permanecen en casa, de hecho, por lo general reciben de 6 a 9 infecciones al año, el 90% de ellas provocadas por virus.
Casi siempre las enfermedades de invierno (gripe, resfriados, gastroenteritis…) se propagan y contagian de individuo a individuo por la saliva que se libera al hablar, que permanece en las manos al estornudar o sonarnos. Por esta razón en espacios cerrados donde se reúnen gran cantidad de niños, es común que, en el momento en que uno de los menores se pone mal, se lo transmita al resto.
Si hasta la fecha tu hijo ha pasado los inviernos en el hogar, posiblemente no ha sufrido hasta ahora de ninguna clase de enfermedad, pero desde que comenzó su primer año de escuela, tu mayor preocupación es ¿cómo puedes evitar que contraiga infecciones?
A continuación te presentamos algunas recomendaciones:
Una adecuada alimentación
La dieta de un individuo es la base fundamental para el eficiente funcionamiento del sistema inmunológico. Una alimentación nutritiva, sana y variada garantiza que el organismo esté fuerte para enfrentar las infecciones externas. En el caso de los pequeños, es necesario asegurarse de que reciban 5 comidas al día, comenzando por un desayuno completo y balanceado que les proporcione soportar la jornada.
Los alimentos esenciales en su dieta deben ser las verduras, las frutas, las legumbres, los lácteos, el pescado y las carnes blancas; evitar en ellos el consumo de grasas y frituras. A causa de que gastan mayor energía que los adultos y a que sus requerimientos son más exigentes, es indispensable comprobar de que los alimentos que ingieren sean ricos en fibra, calcio, hierro, cinc, fósforo, magnesio, vitaminas C, D, B1 y B6.
Las vacunas
La gran mayoría de las patologías antes consideradas como severas e incluso letales (rubéola, paperas, varicela, poliomelitis, tos ferina, difteria, etc.), es posible prevenirlas y evitarlas llevando al día el calendario vacunal del niño. El pediatra te entregará un calendario de vacunación desde el momento en que nace tu hijo, en el que registrarás las vacunas que debe ponerse el niño y consultar las fechas de vacunación. Esta medida es la mejor acción para la prevención de infecciones o enfermedades.
Un buen sueño
Dormir las apropiadas horas no solo nos ofrece descanso y recuperación de energía, a la vez determina las habilidades de aprendizaje y beneficia al sistema inmunológico. Un menor de 2 a 4 años debe dormir unas 11 horas, y en lo posible, entre esas horas destinar un espacio para una breve siesta.