La coherencia es una virtud que se enseña por medio del ejemplo. Los padres deben demostrar coherencia entre lo que expresan y hacen. Si presentan contradicciones entre sus palabras y sus acciones, infundirán confusión y problemas al interior de su hogar.
En la formación de los niños, el valor de la coherencia se comprende como una cualidad de la originalidad y honestidad frente a la vida. La coherencia es lo que da razón a la fidelidad, la honestidad, a la sinceridad y a otra clase de virtudes que están vinculadas.
Recomendaciones para formar a los niños en el valor de la coherencia
Una regla básica para que los menores comprendan el sentido de la coherencia es que no es conveniente contradecirnos entre lo que pensamos y hacemos. La coherencia consiste en como actuamos de acuerdo a una serie de principios en los que se fundamentan nuestros valores.
La distancia o diferencia entre lo que se piensa, se expresa y se hace revelan la carencia de unidad en el estilo de vida. Es necesario realizar un esfuerzo diario por obtener la unidad en la vida, lo que a la vez nos conduce a actuar con mayor coherencia. La unidad en la vida de un individuo constituye tanto sus pensamientos como sus hechos, y no comprende de divisiones entre las dos.
Con el objetivo de fomentar la coherencia en la vida de los niños y formar su personalidad en un futuro, es necesario transformar este propósito en una meta. Entre las pautas para educar a los niños en la coherencia resaltamos:
1. Brindar al menor experiencias básicas que lo motiven a establecer contacto con principios éticos, espirituales, religiosos o estéticas profundas de la vida. Esto es posible realizarlo a través de lecturas o a través del contacto con adultos que las practican y manifiestan.
2. Proporcionar respuestas verdaderas. Resolver en el momento adecuado las inquietudes que los niños realizan con relación a los sucesos vitales como el nacimiento, la vejez o la muerte.
3. Conceder importancia a los valores. Resaltar el valor de la vida y la dignidad del ser humano.
4. Dar ejemplo. La coherencia en la forma como actuamos es indispensable, porque los niños tienden apreciarlas como buenas cuando las observan en los mayores con los cuales poseen un lazo afectivo.
5. Propiciar un ambiente de confianza en nuestros seres queridos, y no de miedo.
6. Fomentar el concepto de la justicia y del compromiso y permitir que los niños elaboren sus ideas. Brindar respuestas ante las inquietudes de los niños con argumentos reales y no solo motivados por el afecto.