En el primer año de su bebé, usted pasará mucho tiempo aprendiendo los matices de la comunicación no verbal. Los signos de miedo, sin embargo, son universalmente reconocibles (los ojos muy abiertos, la frente levantada y la boca abierta). Desde el nacimiento hasta los tres meses, los temores de un niño son principalmente reflexivos, o en mejores palabras, una reacción instintiva a los ruidos fuertes, el movimiento repentino o la falta de apoyo.
A los seis meses, su bebé ha comenzado a desarrollar un mundo más complejo y que puede llegar a ser molestado por extraños o cuando se siente lejos de sus padres por mucho tiempo. Cualquiera que sea su etapa de desarrollo, usted tiene los medios para calmarle.
Como consolar a un bebé asustado
Lo primero que usted debe hacer es retirar el estímulo que asustó a su bebé. Busque un sitio más tranquilo o simplemente trate de parar el ruido que ha causado una reacción de miedo en su bebé
Mantenga contacto de manera permanente. El toque humano y, específicamente, su tacto, es una de las más elementales y efectivas maneras de calmar a su bebé.
Trate de hablarle con calma y mucha dulzura. Recuerde que su voz le es familiar incluso desde antes de que naciera, y es por ello que al escucharla podrá sentir una sensación de seguridad.
Permita que su bebé llore, mientras que con usted le acompaña brindándole todo su amor. Aunque usted puede sentirse agobiado cuando el bebé sigue llorando, muchos expertos señalan que las lágrimas son un excelente «kit de relajación», y por tanto el llanto es un mecanismo natural para liberar el estrés.
Use la repetición. Los bebés responden a la repetición como manera de calmarse. Muchos padres instintivamente recogen a sus bebés llorando, los abrazan y los mantienen en brazos mientras caminan de un lado a otro y mientras van repitiendo las mismas palabras o cantando una canción. Esto realmente funciona, y es una de las mejores maneras de consolar a un bebé asustado.