Desde los 6 años, los niños empiezan a regresar al hogar con pequeñas tareas para efectuar fuera del horario académico. A medida que progresan los cursos, por lo regular se incrementa en cantidad y se vuelven más complejos los deberes escolares.
Los padres la gran mayoría de las ocasiones toman estos deberes como algo personal y los educadores critican este comportamiento porque son estos los que finalmente se encargan de las tareas de los niños.
Al intentar colaborar en el estudio de los niños y que cumplan con los deberes intervienen de forma excesiva. Además de este tipo de error, existen otros errores en que normalmente se incurre.
Errores frecuentes al realizar las tareas con los hijos
1. Hacer las tareas por ellos: lo que para los padres es una tarea fácil de efectuar para los niños es complicada. Es importante permitir que sean ellos quienes piensen y respondan. Frente a un bloqueo del menor, es posible orientarlo, pero no brindarle todas las soluciones hechas; porque se enseñarán a esto y desearán que siempre se proceda de la misma forma.
2. Realizar los deberes en cualquier lugar: El niño debe disponer de un sitio tranquilo y confortable donde el pueda trabajar. Si todos los días se cambia de sitio o ambiente le resultará más complicado enfocarse.
3. Las distracciones: El niño debe estar siempre en un espacio alejado de estímulos: un hermano que juega a su alrededor, la televisión puesta, establecer conversaciones a su lado entre otras distracciones.
4. Llamarles la atención frecuentemente si lo hacen mal: Es necesario relajarse y evitar poner al niño nervioso porque finalmente lo único que se consigue es bloquearlo.
5. Realizar los deberes a última hora: Cuando el menor posee un agenda muy larga y regresa al hogar tarde, los deberes quedarán relegados. Por la noche no es el instante más apropiado para llevar a cabo las tareas porque los niños están agotados y desconcentrados.
6. Quejarse por los deberes: Si en cada oportunidad que los niños llevan a casa tareas nuestros hijos nos escuchan lamentándonos por lo numerosas que son, ellos mismos tomarán ese hábito.
7. No establecer un horario fijo para realizar las obligaciones: La rutina al momento de elaborar las tareas académicas es indispensable, así organizaremos al mismo tiempo la tarde del niño y será posible determinar un tiempo de ocio después o antes de los deberes.
8. No permitir que el niño descanse si posee en exceso deberes: Es importante darle un tiempo de descanso al niño para que éste pueda despejar su mente y retomar sus tareas en la circunstancia que se encuentre bloqueado o tenga demasiadas obligaciones.