La bondad, la honestidad, la honradez y la lealtad representan los cuatro valores fundamentales que jamás se deberían descuidar al momento de formar a nuestros hijos. Esto es lo que considera Leopoldo Abadía, economista, pensador, padre y abuelo quien tiene 12 hijos y 40 nietos.
La falla es que estos principios ya no son lo que eran antes. Todas las ideas se transforman en la sociedad de las prisas y las nuevas tecnologías. ¿El valor de la fidelidad incluye brindar atención a los cientos de ‘supuestos amigos’ que se tienen en las redes sociales? ¿Es importante ser honesto siempre y no obtener ese trabajo que finalizará en manos del que mintió en su hoja de vida?
Enseña a tus hijos que no todo se vale
Leopoldo Abadía se lamenta del rumbo que lleva la nueva sociedad, en donde aparentemente todo es válido para obtener lo que uno quiere. Escalar una posición, aunque se deba traicionar a un amigo. Llegar, aunque sea necesario mentir. Conquistar, aunque se pase por encima de los demás. ¿Son los valores fundamentales que deseamos para nuestros hijos?
¿Por qué la mayoría de los padres se obstinan en que sus hijos estudien una profesión que mejor salida posee en el mercado? ¿Qué mensaje les desean comunicar? De acuerdo a Leopoldo Abadía, es mejor permitir que nuestro hijo estudie lo que le agrada y procurar porque sea el mejor en esa carrera. Es la única manera de ganar: esforzarse por ser el mejor en lo que uno le apasiona.
Otros mensajes de Leopoldo Abadía sobre la formación de los niños son los siguientes:
– El detalle es de gran importancia. Los detalles, de hecho, son lo fundamental en la existencia.
– Es relevante comprender a cada hijo como es. Aprender a amar a cada hijo como es, no como desearíamos que fuera.
– Se debe prestar atención a nuestros hijos cuando ellos necesitan que los escuchemos, no cuando nosotros estemos dispuestos.
– Las integraciones familiares para decirse las cosas no se planean. Solo suceden.
– Lo común es que en la vida existan tiempos fáciles y difíciles. Ayuda a tu hijo a comprender que nada es sencillo y que siempre hallará dificultades. El propósito es que se sienta en capacidad de superarlos.