La comunicación en los bebés
Los mejores estimuladores para el desarrollo del lenguaje del bebé son los padres y además son los principales responsables del aprendizaje del pequeño porque representan su enlace con el mundo afectivo lo que facilita su adaptación social.
Las primeras formas de comunicación el bebé las realiza a través de los gestos o lenguaje corporal como: balbuceos, sonrisas, llantos y otros sonidos que son su medio para expresar las emociones y necesidades. Esas son sus primeras formas de comunicación. Con el paso del tiempo, los bebés van obteniendo un lenguaje más fluido hasta alcanzar el dominio de la comunicación verbal.
¿Cómo estimular la expresión verbal en los bebés?
Desde el comienzo el lenguaje se origina por imitación. Los pequeños siguen los movimientos y los sonidos que emiten los padres cuando gesticulan las palabras. En el transcurso del proceso es de gran importancia la comprensión de lo que se escucha y se expresa. Para evitar problemas en el aprendizaje del lenguaje en los niños se debe tener presente varios factores para incentivar en el infante el deseo de adquirir el lenguaje. Existe una serie de actividades que pueden facilitar esta tarea y son las siguientes:
1. Ejercitar los movimientos en los órganos que intervienen en la fonación. Algunas actividades que sirven para desarrollar la succión, la deglución, la masticación, la absorción, el soplo, etc. son enviar besos, soplar con pajitas en agua, pitos, flautas, inflar globos, jugar con expresiones faciales de risa, susto, llanto, sorpresa o llamar su atención con sonidos como instrumentos sonoros o una campanilla, de esta forma él entrenará sus sentidos, en especial el auditivo.
2. Emplear palabras breves cuando le hablamos al niño. Estas palabras son por ejemplo de una o dos sílabas, como: «ven», «toma» etc. Emplea casi siempre las mismas de forma clara y exagerando la entonación.
3. Utiliza frases sencillas y breves para facilitar su comprensión. El empleo de las oraciones debe estar seguido de un ejemplo para que al bebé le resulte fácil identificar su significado. Las frases pueden ser: «mamá baña al bebé», «bebé toma leche», entre otras.
4. Enseñarles canciones, cuentos y adivinanzas. Cuando tienen entre los 2 ó 3 años, los niños ya están en capacidad de aprender versos, canciones y narraciones cortas. Las adivinanzas, los trabalenguas y las canciones de cuna, pueden contribuir a fortalecer el lenguaje y la memoria.
5. Incentivar la expresión espontánea del lenguaje. Hablarle al niño por mucho tiempo aprovechando cualquier momento del día como: paseos, visitas al parque, la piscina, el zoológico etc.