El lenguaje oral es un medio que permite la expresión y manifestación de los pensamientos, por esta razón es esencial comenzar a manejarlo lo antes posible, porque puede llegar a ser determinante en el rendimiento académico posterior.
El primer instrumento que se tiene al momento de comunicar nuestro lenguaje oral es la voz, se nace con ella y en todos los individuos es distinto. Para lograr hacernos entender bien es necesario pronunciar y entonar las palabras de forma correcta. Las personas perciben en el hablante, el humor, el sarcasmo, la burla, la ironía, ya que el lenguaje oral permite expresar e interpretar las palabras.
Importancia de estimular el lenguaje oral en los niños
Para que el niño desarrolle la habilidad en el lenguaje oral es muy importante su intervención en la mayoría de las actividades que se realizan con este propósito.
El principal objetivo es que el niño se concentre en este tema y para esto es esencial que se sienta bien y esté motivado, y eso en ocasiones puede resultar complicado. Algunas de las razones que más influyen de manera negativa en un niño al momento de expresarse son la timidez y la vergüenza, por esto, estimular el lenguaje oral resultará muy ventajoso para ellos algo que les facilitará superar la timidez de forma natural mediante los juegos.
Para esto es necesario comenzar por fortalecer el vocabulario básico en el que los niños adquieran mayor seguridad.
Actividades para trabajar el lenguaje oral durante la infancia
1. Onomatopeyas: Una actividad que puede ser muy entretenida para los niños es imitar los sonidos de los animales, y realizar juegos para poner voces y crear historias. Las onomatopeyas pueden ir acompañadas con gestos o expresiones corporales.
2. Rimas, trabalenguas y adivinanzas: son excelentes recursos para trabajar el lenguaje oral mientras que los niños aprenden y se entretienen.
3. Teatro: La lectura de cuentos y la representación de algunos personajes, es una excelente oportunidad para que éstos adquieran el lenguaje oral. Comprendiendo que participar y transmitir las ideas requiere de escuchar al otro, porque de otra forma no tendría sentido.