¿Cómo se puede ser firme en la formación de los hijos y estimular la relación a la vez? En oportunidades, nos enfocamos en tratar que los niños aprendan las normas y los límites que establecemos, que es posible que no recordemos disfrutar y promover el afecto y el vínculo con nuestros hijos.
Con esto lo que se pretende decir es que en ocasiones pesa más el lado de la balanza de llamar la atención, educar o aleccionar y menos el de fomentar la unión y el cariño entre padres e hijos. La palabra inglesa HELP que significa ‘ayuda’ puede ser de gran utilidad para entender mejor esta cuestión. ¿Cómo?
¿Cómo establecer una comunicación con los bebés?
El libro Secrets of the Baby Whisperer for Toddlers de Tracy Hogg y Melinda Blau se refiere a una técnica que puede contribuir para que permanezcamos firmes en la formación mientras fomentamos la relación con nuestros hijos. Con él las autoras intentan brindarnos algunas claves sobre cómo pueden los bebés hacer parte de la familia en vez de dominarla. Se fundamenta en el acrónimo H.E.LP. Con cada uno de los términos tratan de suministrarnos pistas sobre cómo tranquilizar, conectar y establecer comunicación con nuestros hijos:
1- Hold back (soportar o contener): Hace referencia a funcionar como un contenedor de información. Es importante comprender quién y cómo es nuestro hijo, hay que entenderle, identificar cuáles son sus requerimientos, escucharlo, mirarlo… En conclusión, apreciarlo y conocerle.
2- Explore (explorar): Las autoras del libro nos alientan a que estimulemos a nuestros bebés a explorar nuevas circunstancias, a identificar ideas recientes, distintas, a aproximarse a la gente y dejar que esa exploración la efectúe por sí mismo. Siempre, claro está, bajo nuestra supervisión.
3- Limit (límite): Determinar límites es fundamental desde las primeras etapas de educación. Con ellas se asegura el rol del padre y la madre. La autoridad, que no consiste en autoritarismo debe ser nuestra y no el bebé ejercer un dominio en todo el ambiente y circunstancias.
4- Praise (alabanza): Es posible realizar alabanzas a nuestros hijos. Podemos alargarlos, siempre que no sea de forma excesiva y poco realista, estamos afianzando el aprendizaje del bebé, se mejora su autoestima, lo motivamos a que su conducta sea positiva y se abre una puerta a que el niño preste atención a lo que expresamos.