Una dificultad de visión sin la correspondiente corrección puede perjudicar el perfecto crecimiento de la vida diaria de los niños. Desde muy temprana edad es posible detectar un problema de miopía.
En esta etapa, es posible que el niño se siente en los últimos puestos del aula en la escuela y con el transcurso del tiempo, sin darse cuenta que posee una dificultad con la visión, se va cambiando de puesto desplazándose cada vez más cerca de la pizarra porque no logra ver lo que el maestro escribe en ella.
¿De qué forma afectan los problemas de visión a los niños?
Una dificultad en la visión puede llegar a generar problemas en el aprendizaje y en las relaciones con los compañeros de estudio y amigos.
Reconocer y encontrar la solución a algún inconveniente en la visión de los niños es una obligación de los padres y maestros. El descubrimiento a tiempo de los trastornos de la visión en niños puede prevenir dificultades en su aprendizaje, en su autoestima, y evitar que afecte sus relaciones con los otros niños. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte a los padres sobre la importancia de prevenir y descubrir a tiempo los problemas de visión en los niños.
El ‘ojo vago’ o ambliopía, por ejemplo, por estar de modo directo vinculado con la edad temprana, es una de las de las dificultades oculares en la infancia que puede generar efectos irreparables si no se descubre a tiempo y se lleva a cabo un tratamiento apropiado. De acuerdo a Félix Armadà, jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital La Paz de Madrid, el tratamiento únicamente es posible aplicarlo hasta los 7 u 8 años. Después de esta edad, no es viable una recuperación de la vista en esta enfermedad.
¿Cómo podemos ayudar en la salud visual de los niños?
Es conveniente que los padres lleven a sus hijos para que les realicen una revisión ocular de forma periódica desde los 3 ó 4 años, y que en las escuelas, se adelanten campañas de detección precoz sobre las dificultades de visión en los niños, del mismo modo con la vacunación. Solo de esta manera será posible prevenir que inconvenientes como la miopía, muy frecuente entre niños de 8 y 9 años, el astigmatismo y la hipermetropía, lleguen a complicarse mucho más. En el hogar, lo que se propone es que los padres presten atención algunos signos que indican problemas en la visión de los niños, como cuando los niños si se aproximan demasiado a la televisión o a los libros, para lograr ver.