Si nuestro objetivo es que nuestro hijo aprenda valores como la sinceridad, generosidad y amabilidad, es necesario que además tengamos en cuenta el valor de la caridad, que es uno de los valores más vinculados a la bondad. Aclararles en qué consiste la caridad y lo que representa es una labor de los padres. El ejemplo siempre es la mejor forma de lograr que los menores comprendan qué quiere decir esta palabra.
¿En qué consiste la caridad y cómo enseñarla a nuestros hijos?
Para los católicos, la caridad es uno de los pilares en la experiencia de vida de los individuos. La tres cualidades que todo ser humando debería poseer, de acuerdo a la teología cristiana son: fe, esperanza y caridad. Y dentro de ellas, la caridad, la que más se aproxima al individuo es la bondad. Para la fe católica, representa amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo.
Al buscar en el diccionario, tal vez hallemos una contribución al momento de explicar a nuestro hijo en qué consiste el valor de la caridad. Entre algunas definiciones hallamos estas: ‘limosna que se da o auxilio que se presta a los necesitados’ o ‘actitud solidaria con el sufrimiento ajeno’. En otras palabras, la caridad es realizar una acto solidario con altruismo hacia otro ser humano que necesita de nuestra ayuda. Una de las formas más sencillas de explicar en qué consiste la caridad, es a través del ejemplo.
Cuando se presente la oportunidad de contemplar una persona que requiere de nuestra ayuda o apoyo, exprésale a tu hijo porqué ese individuo se encuentra solicitando dinero o comida. Es necesario que le expliques que algunos seres humanos requieren de nuestro apoyo y que cualquier gesto por parte nuestra puede ser de gran utilidad. Permite que sea él quien le brinde una moneda o algo de alimento.
La caridad un valor de altruismo en los niños
Ser personas caritativas simboliza ser menos egoístas y ponerse en el lugar de los otros. Las personas que practican la caridad a la vez son generosas. Es una cualidad que abarca muchas otras. Y aunque lleguemos a pensar que los niños están muy pequeños para comprenderlo, la verdad es que entre ellos se colaboran más de lo que imaginamos. Con seguridad que no les exige demasiado comprender lo que representa la caridad. Y si no, contempla a los de menor edad. La gran mayoría de los niños se conmueven al ver al otro llorar o sentirse mal e incluso tratan de ayudarlo si se cae. En otros es posible que compartan su bocadillo si observan que su amigo no posee. Y lo hacen sin ningún interés. Elogia esta clase de conducta y tendrás para el futuro un hijo generoso.