Uno de los valores más importantes que se debe enseñar a los niños y desde la primera infancia es la responsabilidad. A los padres corresponde fomentar en sus hijos desde pequeños y no en el momento en que comienzan a presentar dificultades con ellos porque no atienden a los llamados o simplemente no obedecen en el cumplimiento de las misiones o labores que se les encomienda al interior del hogar y en su vida personal.
Para lograr que los niños entiendan y practiquen el valor de la responsabilidad, se necesita de información, orientación, tolerancia, perseverancia y confianza; se debe concederles que participen en la toma de decisiones, brindarles la oportunidad de hacerse cargo de las consecuencias de sus acciones, comprender sus debilidades y limitaciones y elogiar sus logros.
Es vital que ellos comprendan que cuentan con el apoyo incondicional y el afecto de sus padres, pero a la vez enseñarles a través del ejemplo el sentido de la responsabilidad porque será más fácil para ellos aprender esta cualidad si la observan como modelo dentro del comportamiento de sus padres.
Recomendaciones para los padres:
- Establezca reglas que sirvan como modelo de referencia para que el niño las adopte a medida que vaya creciendo.
- Empiece por encargarle labores sencillas para luego con el tiempo exigirle que realice otras tareas más complejas.
- Exprese de forma clara a sus hijos lo que usted espera de ellos.
- Oriente y comunique paso por paso lo que ellos deben hacer.
- Enséñeles a valerse por si mismos para que sean capaces de enfrentarse solos a las dificultades, para que aprendan a reconocer el valor de las cosas. Indíqueles que su esfuerzo es algo natural, no un medio para conseguir una meta.
- Aunque los niños sean pequeños, existen tareas en la casa que puedan realizar como recoger sus juguetes, preparar la mesa, servir el agua, sacudir, entre otras funciones.
- De igual forma la responsabilidad se evidencia cuando se hace consciente de que se deben cumplir con las normas de alguna actividad extraescolar que efectúen, incluyendo los problemas que esto traiga.
- Recuerde las misiones deben tener una dificultad moderada y progresiva que vayan de acuerdo a la edad y capacidad de cada niño.
- Nunca asuma las obligaciones que los hijos deben cumplir, se les puede ayudar, orientar y asesorar, pero no encargarse de sus responsabilidades porque esto ocasiona que el niño se desentienda de sus compromisos. Permanezca firme y no pierda el control de sus emociones, recuerde que usted como padre es el principal modelo a seguir para ellos.