Para la educación de nuestros hijos, es necesario proporcionarles herramientas para que mejoren su rendimiento académico, esto es posible con la voluntad necesaria y la aplicación de técnicas de estudio. La tarea consiste en enseñar al niño un método eficaz y sistemático para aprovechar al máximo su tiempo y estimular su concentración y motivación para el estudio.
¿Cuándo es necesario implementar una metodología para estudiar?
Una metodología se vuelve indispensable para el niño, cuando el colegio comienza a demandar tareas que exigen síntesis, memoria y concentración y el pequeño enfrenta dificultades para realizarlas. Estudiar a través de una técnica representa una gran diferencia entre los alumnos que aprovechan el tiempo de estudio y los que no lo hacen.
¿Qué capacidades van obtener los niños a través de una metodología de estudio?
Por medio de una metodología de estudio los niños aprenden estrategias que les facilitaran el aprendizaje y como consecuencia hará posible que se convierta en un proceso más dinámico que el simple hecho de repetir mecánicamente la lección:
- Comprender el texto.
- Subrayar.
- Resumir y hacer esquemas.
- Memorizar y repasar.
- Aprender a distribuir el tiempo.
- Aumentar su concentración y motivación por el estudio.
La experiencia profesional señala que si bien la escuela transmite la enseñanza de estos métodos de forma simultanea a la adquisición de los conocimientos académicos, no siempre basta para todos los niños; algunos requieren de un refuerzo extra y personalizado.
Para complementar los métodos de estudio se debe suministrar pautas y estrategias a los niños para aprender a enfrentar y superar con éxito la temida ansiedad ante los exámenes.
De esa manera, asimilamos que la práctica de las técnicas de estudio y una actitud de los padres que motive el deseo de sus hijos por aprender puede garantizar el éxito académico.
Por este motivo es importante el acompañamiento que en relación con la educación deben recibir los niños, para que a través de modelos o ejemplos, ellos adquieran conciencia de lo invaluable que es para sus vidas este proceso de formación y del que depende su futuro. Sin embargo, este debe ser un camino de crecimiento placentero, enriquecedor, por medio del cual ellos descubran diferentes maneras de aprender, sin que se convierta en una rutina aburrida o angustiante.