La curiosidad es una condición natural y propia de los niños y debe estimularse a partir del momento en que nacen para que desarrollen la capacidad de aprender por sí solos, debido a que la curiosidad representa el primer paso para la formación y adquisición de los conocimientos de los menores.
Normalmente los padres se preocupan cuando la temperatura de los menores se eleva. La fiebre no siempre es una señal de infección. Es la reacción del organismo a una probable infección, a alguna enfermedad viral, o incluso a la alergia a una vacuna o al el exceso de prendas de vestir que use el niño.
El tiempo destinado para el descanso de cada menor oscila de acuerdo a su edad, su temperamento calmado o activo, sus acciones, rutinas y costumbres, estado de salud y el medio que lo rodea.
El egoísmo en los niños no siempre es una condición natural. El egoísmo es un comportamiento que se aprende. El compartir es una de las capacidades sociales más complejas de enseñar a los hijos. Exige tiempo y práctica. Los bebés expresan sus destrezas sociales desde el día en que nacen.
Solo es suficiente con que un huevo se encuentre descompuesto para que la mayonesa se transforme en una letal arma sobre la mesa. La salmonella o el anisakis son las bacterias responsables de una intoxicación alimentaria entre los menores, sin embargo no representan la únicas amenazas. Es importante prevenir con medidas higiénicas la manipulación de los alimentos, en especial durante el tiempo de mayor calor.
Uno de los mayores inconvenientes que deben enfrentar los padres es saber cómo manejar el comportamiento agresivo de los niños porque, por lo general, se debe lidiar con la desobediencia y la rebeldía de los hijos. La conducta agresiva es un trastorno que, en forma excesiva, sino se realiza un tratamiento durante la niñez, posiblemente creará dificultades en el futuro, y se verán los resultados en forma de la frustración escolar, la carencia de habilidad para relacionarse e inconvenientes para la adaptación.
Las enfermedades infantiles que se presentan con mayor frecuencia son las infecciones, que se identifican por su ágil contagio de un niño a otro por vía oral y que se generan por virus o bacterias. Las de mayor presencia son las infecciones respiratorias y las enfermedades como la diarrea, que afectan al estómago.
La obediencia es un comportamiento que exige responsabilidad de colaboración y participación, es indispensable para establecer excelentes relaciones, la convivencia y las actividades productivas. El acto de obedecer es el que corresponde a seguir las normas, órdenes, reglas y conductas.
Existen cosas que permanecen y otras que jamás cambian, como expresaba un sabio griego ‘No hay nada nuevo bajo el sol’. ¿ En cuántas ocasiones se reproduce con fidelidad aquellos consejos brindados por nuestros padres, es decir, los abuelos de nuestros hijos?
La psicóloga infantil Alicia Banderas explica a los padres por medio de su libro ‘Hijos Felices’ la forma en cómo formar a los niños en el valor de la empatía y la perseverancia para que en el futuro sean individuos que estén en capacidad de laborar en equipo y enfrentar las dificultades con decisión.