Los niños que asisten a la guardería poseen el doble de probabilidades de adquirir infecciones que aquellos pequeños que permanecen en casa, de hecho, por lo general reciben de 6 a 9 infecciones al año, el 90% de ellas provocadas por virus.
Las peleas en casa afectan a los niños a cualquier edad y de diferente forma, sin embargo esta claro que causan una sensación de tristeza e inestabilidad y eso se revela en su crecimiento.
Es muy frecuente hallar familias que le temen a establecer normas y castigos o enseñar demasiada dureza. Pero al mismo tiempo les resulta difícil implementar una filosofía de formación propia, más adecuada con otros modelos socio-familiares democráticos y participativos, donde permanezca una posición balanceada entre el brindar y el exigir.
De acuerdo a Óscar González, educador y director de la Escuela de Padres con Talento, ha diseñado una teoría que puede resultar muy útil para comenzar. Consiste en un plan de valores que paso a paso ira constituyendo nuestra propia escala de valores durante el crecimiento y evolución de los pequeños.
La convivencia con animales puede representar una experiencia provechosa tanto para los pequeños como para los adultos debido a que propician el juego y las actividades en familia, por otro lado pueden ayudar en el desarrollo de cualidades como la responsabilidad.
Halloween es una costumbre ancestral que transmitieron los inmigrantes irlandeses en el siglo XIX a Estados Unidos y es considerado como un ritual pagano que en el presente significa sólo diversión y dulces.
Los beneficios que genera salir de viaje en las personas siempre son positivos y estimulantes. Viajar contribuye a liberarse de la rutina y de la tensión y además proporciona el conocimiento de novedosas culturas y estilos de vida, al mismo tiempo posibilita comparar nuestra vida con otras maneras de pensar, lo que facilita la evolución del pensamiento racional y crítico, afianzando el talento para el análisis. Los viajes o paseos en la infancia representan una gran ventaja para la salud de los menores porque esto les permitirá desarrollar gran cantidad de comportamientos y disposición frente a la vida, a la vez que vivirán experiencias que recordarán por siempre al lado de su familia.
Los miedos en los niños van de acuerdo a su personalidad, temperamento, y experiencias que ellos vivan. Normalmente los temores son de carácter universal. Comienzan aproximadamente en el primer año de vida, y se manifiestan con mayor frecuencia entre las edades de los 4 y los 6 años. Durante ese tiempo, el niño inicia sintiendo miedo frente a los insectos, a los animales, a la oscuridad, a las personas extrañas, a los ruidos intensos, a juguetes raros, a los rayos y a las tempestades, a la muerte entre otras situaciones que ignora.
Al establecer contacto con los menores, la mejor manera de comunicarnos con ellos, es mirándolos siempre a los ojos y brindarles conceptos concretos, son algunas de las técnicas que favorecen la comunicación con los pequeños.
La crianza y la educación de un niño es posiblemente uno de los mayores retos a los que los adultos se pueden enfrentar. Con seguridad existirán muchas equivocaciones, sin embargo la primera clave para aprender y corregir es comprender qué no se está haciendo bien y la segunda clave será reconocer qué es lo que se está haciendo mal.