La curiosidad es una condición natural y propia de los niños y debe estimularse a partir del momento en que nacen para que desarrollen la capacidad de aprender por sí solos, debido a que la curiosidad representa el primer paso para la formación y adquisición de los conocimientos de los menores.
Los adultos la gran mayoría de las veces de forma desapercibida, sienten que la curiosidad en los pequeños es imprudente e incluso pueden llegar a verlo como un comportamiento negativo que el niño cuestione o interrogue siempre que presenta alguna duda. Sin embargo la verdad es que la curiosidad de los niños es algo que es necesario potencializar para que en el futuro los niños sean individuos eficaces. No se debe limitar la capacidad de asombro del niño y su interés por descubrir.
Los niños comienzan a curiosear desde el instante en que ven por primera vez, luego cuando dan sus primeros pasos y realizan una exploración del entorno que los rodea. La curiosidad significa estar interesados y motivados, estos son factores importantes para que sea posible una formación exitosa. Los niños son los futuros investigadores del mundo y su naturaleza siempre los llevará a conocer más y más, por lo que el rol del adulto no debe limitar esta curiosidad, sino que por el contrario, se debe alentar este interés y estas ganas de descubrir del niño para que no pierda el entusiasmo por aprender.
Es indispensable que los adultos respeten esa necesidad investigación frecuente, estableciendo orden en los contextos adecuados pero sin obstaculizar la curiosidad propia de los menores. Para llevar esto a cabo es necesario no emitir frases que afectan tanto la autoestima de los infantes como: ‘deja eso’, ‘cállate’, ‘no te muevas’, ‘no seas pesado’ entre otras.
¿Cómo estimular la curiosidad en los niños desde el hogar?
– La curiosidad no es una capacidad que solo se fortalece desde el colegio también es importante que se fomente desde el hogar. A continuación te presentamos algunas pautas de como hacerlo:
– Las rutinas en el hogar son fundamentales porque generan hábitos y ponen normas, sin embargo es posible variar las actividades dentro de las rutinas diarias. Un ejemplo de ello es modificar el cepillo de dientes por otro entretenido.
– Las actividades improvisadas a los niños les fascina por lo que si preparas un evento que a los niños los sorprenda les encantará realizarlo.
– Expresar tu alegría porque tu hijo interrogue es una excelente opción porque debes estar listo para responderle siempre que sea necesario.