Los bebés son muy susceptibles a sufrir de gripes. La Academia Americana de Pediatría dice que ellos sufren aproximadamente de 8 a 10 de este virus en los primeros 2 años de vida. Hay algunos trucos que usted puede usar para prevenir los resfriados en los bebés
Cómo prevenir los resfriados en los bebés
Mantenga a su bebé alejado de las personas que puedan estar enfermas. Los sistemas inmunológicos de los recién nacidos no funcionan plenamente hasta que son mayores. Las dificultades surgen si tienes hijos mayores que van a la guardería, ya que pueden recoger los resfriados de los otros niños y los contagiaran al bebé. Asegúrese de que sus hijos mayores se lavan las manos tan pronto como llegan a casa.
Alimente a su bebé con leche materna. Los principales anticuerpos que combaten las infecciones se encuentran en la leche materna, y en ella se encuentra el calostro, el cual ayuda a fortalecer el sistema inmunológico para que su bebé tenga menos resfriados. Un estudio mencionado en el British Medical Journal dice que la leche con lactobacilos disminuye la velocidad y la gravedad de las infecciones respiratorias en niños menores de 1 año de edad. Esto puede ser porque los lactobacilos pueden aumentar el número de células inmunes circulantes y aumentan la respuesta de los anticuerpos del cuerpo.
Al proporcionar una dieta saludable, se puede reforzar el sistema inmunológico de su bebé y reducir sus probabilidades de contraer un resfriado. La Clínica dietista Lauren Graf ha asegurado que los bebés o niños pequeños que se alimentan con muchas frutas y verduras, pueden fortalecer su sistema inmunológico, ya que estos alimentos son ricos en vitamina C y antioxidantes. También asegúrese de que su bebé duerma lo suficiente.
Deje de fumar, y no permita que nadie fume cerca de su bebé. Los pulmones de los bebés pueden debilitarse si respiran demasiado humo de cigarrillo. Las mujeres que fuman durante el embarazo pueden provocar que sus hijos tiendan a desarrollar problemas respiratorios y aumentar el riesgo de que desarrollen un número excesivo de resfriados después de su nacimiento. Para un bebé con pulmones débiles, un resfriado puede conducir a algo más grave, como la bronquitis o la neumonía.